Todo apunta a que la época dorada de los anuncios de televisión pasó a la historia. Expertos en la materia aseguran que el nacimiento de Internet y las nuevas tecnologías han hecho mucho daño a la que hasta hace apenas 20 años considerábamos la reina del consumo de contenidos, entretenimiento e información.
Como forma de intentar competir contra el gran tsunami tecnológico, la televisión lleva tiempo incluyendo en su parrilla más espacios publicitarios y, además, cada menos tiempo. Una lucha a lo David contra Goliat que no ha cosechado grandes frutos. De hecho, más bien al contrario.
¿Nos aburre los anuncios?
Hoy en día cuando nos sentamos frente al televisor sentimos estar ante un constante goteo publicitario. El bombardeo es de tal magnitud que cambiar de canal o prestar más atención a las segundas pantallas (móviles o tablets…), en vez de tragarte un sinfín de anuncios, hace que sea realmente tentador. El consumidor está saturado. Estamos hartos de tanto ruido publicitario y eso hace que a los anuncios les cueste muchísimo más destacar.
A este masivo rechazo publicitario encima hay que sumarle las golosas ofertas de plataformas de entretenimiento como Netflix o HBO, que proporcionan todo tipo de contenido multimedia (películas, series, documentales) bajo demanda y, encima sin anuncios.
Pues, ¿sabes qué? La televisión sigue siendo la más poderosa
Los últimos estudios revelan que, a pesar del hartazgo del consumidor, la televisión sigue siendo el medio más influyente para que las pequeñas y medianas empresas emitan sus anuncios y hagan llegar sus mensajes a un público objetivo de manera más eficaz. Eso sí, para lograr hacerse con un buen trozo del pastel lo mejor que pueden hacer las empresas que quieran publicitarse en la pequeña pantalla es contratar a una agencia de publicidad e invertir en una gran campaña que consiga que sus productos llamen la atención del espectador.
Solo triunfan los mejores
Esté o no en crisis la televisión, lo que está claro es que son muy pocos los anuncios que triunfan. Pero eso sí, cuando un anuncio gusta, el éxito está asegurado. La clave está en conseguir estar en boca de todos con el mejor eslogan o la sintonía más pegadiza.
A pesar de que, con la llegada de Internet y los dispositivos móviles, la publicidad televisiva ha perdido mucha eficacia, hay anuncios que en mitad de esta vorágine han logrado destacar y tener éxito.
¿Quién no se acuerda del spot de Euskaltel en el que veíamos a un hombre gritando desesperadamente desde el balcón de su casa llamando a Patxi?
¿O quién no ha entonado nunca el pegadizo “Gueropa” del conocido anuncio del Renault Clio?
Y, por supuesto, nadie puede olvidar al entrañable niño del anuncio de Airtel que se pasó unas Navidades enteras llamando a toda la agenda del teléfono de sus padres diciendo: “Hola, soy Edu, ¡feliz Navidad!
En televisión o en donde sea, la publicidad siempre existirá
Da igual si es en televisión, en internet o en vallas publicitarias. La publicidad está inmersa en nuestro día a día. En la ropa que nos ponemos, el coche que conducimos, la comida que compramos… Quién sabe si la publicidad en televisión acabará muriendo. Lo que sí podemos asegurar es que siempre existirán otras plataformas para que siga viva.
Fuente vía: PuroMarketing, 20minutos