¿Para qué caminar, sentarse o simplemente esperar cuando podríamos estar twitteando y whatsappeando al mismo tiempo? Hoy en día da la impresión de que el ser humano no está programado para estar constantemente en modo on, ¿verdad?
La sobreestimulación puede tener serios impactos negativos en nuestra salud, como niveles altos de estrés, falta de concentración y creatividad, adicción a la tecnología, etc.
¿Qué solución le ponemos?
¡Fuera móviles!
Vamos a practicar el aburrimiento a la vieja usanza, y para ello lo primero que deberíamos hacer en los tiempos muertos es apagar todos aquellos dispositivos que nos mantengan conectados al mundo irreal, el de aquí adentro.
La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a mantenernos ocupados casi el 100% del tiempo que pasamos despiertos, así que en un principio esa idea del no hacer nada puede hacernos sentir un poquito de ansiedad. Tranquilos, es completamente normal.
¿Qué ocurre cuando nos aburrimos?
Mejoramos nuestra capacidad de contemplación
Contemplar es mirar algo durante un período prolongado de tiempo. Solo así podemos reparar en pequeñas cosas que en un primer vistazo no vemos.
Soñamos despiertos
Esta preciosa sensación que ocurre en los momentos menos esperados hace que por un momento nuestro yo interior levite y comencemos a hacer planes sobre nuestra vida, que en ocasiones pueden resultar un poco utópicos. Pero como ya vimos en un post anterior sobre la intuición, muchas veces haciendo caso al subconsciente obtendremos los mejores resultados.
Y además, por qué no decirlo, esta práctica nos aporta una gran dosis de felicidad.
No recuerdo mucho mis sueños. Apenas he tenido ideas procedentes de sueños. Pero me encanta soñar despierto, y me encanta la lógica de los sueños y la forma en que se desarrollan.
David Lynch, cineasta.
Desconectamos y cargamos pilas
Es la única forma de aliviar el estrés al que estamos sometidos en el estilo de vida actual.
Nos inspiramos
Si estás persiguiendo la creatividad y no la alcanzas, abúrrete y espera a que te lluevan las ideas.
Fuente vía: Huffington Post