Un antiguo empleado de Google ha contado cómo fue su experiencia al trabajar en el gigante de Internet. No todas las tareas en la compañía consisten en programar para Android o realizar mejoras en servicios como Google Maps o Gmail. La de esta persona era revisar el contenido más turbio que se aloja en los productos de Google, como pornografía infantil, suicidios o escenas gore, para después eliminarlo.
Este empleado estuvo trabajando durante un año en Google con un contrato temporal y después la compañía no le renovó. Su historia, recogida en BuzzFeed, comienza con lo que se presentó como una jugosa oportunidad: trabajar para una de las empresas más importantes de tecnología del momento.
Vía telefónica el entrevistador le informó que en sus tareas estaba incluido lidiar con “contenido sensible”. Este empleado de Google pensó que obtendría apoyo técnico o psicológico, pero no fue así hasta después de llevar varios meses trabajando.
El empleo consistía en revisar el contenido sospechoso que se subía a todos los productos de Google. Unas 15.000 imágenes al día podía llegar a ver esta persona, procedentes de diferentes sitios, como Google imágenes, Picasa y Orkut, entre otros.
El contenido que presenciaba en su puesto de trabajo incluía las escenas más espantosas de la Red, como decapitaciones, suicidios, mutilaciones o necrofilia. Este tipo de material se revisaba diariamente. La pornografía infantil además había que eliminarla en un plazo de 24 horas después de informadas las autoridades. Como es comprensible, nadie quería dedicarse a estos temas.
En un momento dado, el entonces empleado de Google se dio cuenta de que necesitaba ayuda psicológica. Google cubrió la primera sesión de terapia y animó a su trabajador a buscar su propio terapeuta cuando dejara el puesto. Al cumplir un año no fue renovado y se acabaron sus esperanzas de trabajar en una gran compañía tecnológica de esas que tienen toboganes para bajar al comedor.
Vía: ticbeat