¿Cuántas horas de sueño hacéis?, ¿Alguno de vosotros supera las siete horas de sueño por noche? Si es así, ¡Enhorabuena! Señal de que sabes desconectar 100% y cuidar el descanso en tus horas libres. Sin embargo y por desgracia, la mayoría de la sociedad activa no pasa de las 6 o incluso 5 horas de sueño.
¿A qué se debe?
Hace unos años que se esta implantando poco a poco la nueva cultura empresarial en el que uno de los componentes más importantes es el descanso de calidad. No obstante, todavía hoy en día este necesario ‘break’ tiene una mala reputación en nuestra cultura. La mayoría de nosotros pensamos que el descanso es simplemente la ausencia de trabajo, no algo valioso en sí mismo y a veces incluso lo equiparamos con la pereza.
Pues bien, estamos completamente equivocados, el descanso es un componente esencial para trabajar bien y de manera inteligente. Todas las teorías lo afirman: El descanso es tan importante para la concentración como para la productividad.
Si no lo hacemos bien, nuestro máximo de productividad bajará, ya que se verá afectada nuestra capacidad de atención, nuestra capacidad de lógica y como ya hemos mencionado antes, nuestra capacidad de concentración. La fatiga y el desanimo son los peores enemigos de la productividad.
Alex Soojung-Kim Pang, consultor y escritor basado en Silicon Valley, dice que el descanso nos ayuda a pensar, innovar e incluso mejorar nuestra productividad. En su último libro ‘Why you get more done when you work less’ nos anima a pensar en el descanso como algo parecido al sexo, a cantar o a correr. Todo el mundo sabe básicamente cómo hacerlo, pero con un poco de trabajo y comprensión, puedes aprender a hacerlo mucho mejor.
Tenemos que esforzarnos en dedicarle más tiempo al descanso y a recuperar fuerzas. Al fin y al cabo, el objetivo de ambas caras de la moneda (los de meten más horas de trabajo y los que no) es el mismo, pero con un buen descanso produciremos lo mismo o incluso más en 8 horas de trabajo en comparación con aquel que duerme 5 horas y trabaja catorce.
Tips para hacer un buen uso del descanso y así beneficiar nuestro pensamiento y creatividad
Comenzar con una rutina de madrugada
Por lo general, es a altas horas de la mañana cuando nuestra energía creativa está destinada a estar en su apogeo. Y además el ritual de la rutina matutina, nos evitará la fatiga mental.
Caminar
Sí, habéis leído bien, caminar. Puede no ser tan beneficioso para el pensamiento analítico enfocado; pero hay buenas razones para creer que estimula la creatividad y puede ayudarte a resolver los problemas encontrados en el trabajo, especialmente si caminas cuando todavía tienes problemas en tu mente.
La siesta
El beneficio más obvio de la siesta es que aumenta el estado de alerta y disminuye la fatiga. Incluso una breve siesta de alrededor de 20 minutos aumenta nuestra capacidad de concentración al darle al cerebro la oportunidad de restaurar la energía que hemos agotado a lo largo de la mañana.
Detenerse en el momento adecuado
Una forma efectiva de descanso deliberado es dejar de trabajar en el punto correcto: cuando vemos nuestro próximo movimiento, pero decidamos dejarlo hasta mañana. Ya lo decía Ernest Hemingway: “always stop when you know what’s going to happen next”.
Dormir
Durante el día, nuestros cuerpos están ocupados en el negocio de la vida, gastando energía en la actividad motriz y funciones cognitivas. Cuando nos dormimos, nuestros cuerpos cambian al modo de mantenimiento y se dedican a almacenar energía, reparar o reemplazar células dañadas y crecer, mientras nuestros cerebros limpian toxinas, procesan las experiencias del día y, a veces, trabajan en problemas que han estado ocupando nuestras mentes.
Gracias a este necesario proceso, crece nuestra creatividad y productividad, pero para ello debemos respetar un mínimo de 7 horas por noche.
‘El descanso no es ociosidad. Es la clave para una vida mejor.’
Fuente vía: Daniel Grifol y Greatergood Berkeley