Hoy en día podemos decir prácticamente con toda seguridad que la Helvética es la clase de letra que más se usa en todo el mundo. Aunque quizás no os deis cuenta, seguramente la soléis ver en cualquier esquina de las calles, en las revistas, en los anuncios, en los sitios web que visitáis e incluso en marcas comerciales. La Helvética es en un tipo de fuente completamente innovadora dentro de su origen, la cual ha logrado crear el lenguaje contemporáneo y actual. Debido a su carácter práctico y neutral, este tipo de letra cuenta con ubicación y globalidad, y esto es lo que le permite ser la fuente tipográfica por excelencia.
La Helvética fue creada por Max Miedinger y Edouard Hoffmann en el año 1957. Su principal objetivo era optimizar la legibilidad y brindar una mayor claridad, modernidad y neutralidad. Después de la Segunda Guerra Mundial, el diseño de esta tipografía comenzó a dirigirse hacia una dirección distinta. Y es que se necesitaba elaborar una letra que se pudiera usar en cualquier clase de información contemporánea, de una forma bastante legible e inteligible.
Esta fuente consiguió un gran éxito. Muchas compañías y gobiernos se decantaron por ella para mostrarse al mundo, aunque verdaderamente no fueran lo que representaba esta fuente: transparencia, accesibilidad y responsabilidad.
Las características de la Helvética
Para empezar, es una fuente que posee un equilibrio prácticamente ideal entre el peso y contrapeso en cada una de sus letras. Además, es una tipografía neutra, firme, simple y sobre todo legible. Gracias a estas características, y que además es posible usarla de múltiples maneras sin que pierda su esencia, esta tipografía permite que cualquier persona la use.
Algunos expertos creen que es posible que la Helvética se haya vuelto una tipografía tan familiar que incluso se haya convertido en aburrida. Pero, ¿qué futuro le espera a la Helvética? La verdad es que actualmente se están buscando nuevas maneras de expresión que sean más visuales, y eso no se puede negar. Y es que hoy en día existen líneas rompedoras que son lo contrario a lo ordenado y establecido. Aún así, los que están a favor de la Helvética no piensan que sea una tipografía globalizada y estandarizada y creen que es bastante personal, si se le agrega un toque distinto. Como veis, diversidad de opiniones.
Fuente vía Creativosonline