¿Cuántas veces habéis tenido la corazonada de que algo va a ocurrir y resulta que acaba sucediendo? ¿Y cuántas veces habéis tomado una decisión inmediata “sin pensar” y ha resultado ser la idónea?
Llámalo intuición, corazonada, sexto sentido, presentimiento… La cuestión es que funciona.
La mejor intuición es la que se trabaja
Este pensamiento opuesto a la inteligencia racional, reside en un rincón primitivo de nuestro cerebro. Aunque tengamos la sensación de que es un razonamiento fácil, que nos ha salido sin querer o sin apenas darnos cuenta, varios expertos neurólogos afirman que hay montones de neuronas implicadas trabajando para generar este tipo de deducciones mentales que no atienden a razones.
No solo eso, sino que además
La intuición se puede mejorar
Así lo afirman expertos como David Creswell, psicólogo y profesor cuya investigación de la mente ha tenido un gran impacto en la salud psicológica.
Por ejemplo, para estimular la intuición antes de zanjar un asunto importante, se recomienda entretener nuestro cerebro racional en otras tareas como pueden ser la de escuchar música, ver una película, pintar, cocinar, leer un libro… De este modo, dejamos que nuestro subconsciente centrifugue y obtenga mejores resultados en las decisiones que tomemos.
El nuevo mundo está acabando con la intuición
Desgraciadamente para nuestro cerebro, vivimos en un mundo con demasiadas distracciones que no hacen más que contaminar y nublar el lado intuitivo de nuestra mente. ¡No alarmarse! Como para casi todo en esta vida, hay solución.
Siguiendo una serie de pautas, podremos escuchar alto y claro esa pequeña voz que hay en nuestro interior:
Meditar
Mediante la meditación, se supone que llegamos a conocernos mejor. Al parecer, y con cierta lógica, esto fomentará nuestra intuición
Crear
Poniendo en práctica nuestra creatividad fortaleceremos ese lado primitivo del cerebro donde habita la intuición.
Observar
Centrémonos en observar todo lo que ocurre a nuestro alrededor, incluso en las cosas que nos parecen más absurdas.
Disfrutar del tiempo de relajación
Si dedicamos nuestro descanso a consultar redes sociales, por ejemplo, no estaremos aprovechando los beneficios del descanso. Hay que aprender a desconectar para que el reposo haga efecto en nuestra sesera.
¡Emociones negativas fuera!
Deja que se vayan. Hacen que nos quedemos atascados y de este modo no avanzamos mentalmente.
Disfrutar de la soledad
Estamos en constante conexión. Aprendiendo a vivir con nosotros mismos se alimentan nuestros presentimientos.
Fuente vía: Muy Interesante