La vivienda reciclada del siglo XXI #design #arquitectura

Un ejemplo de viviendo reciclada del siglo XXI.

El diseñador “Benjamín García” de “Saxe Architecture” hizo posible que “Marco Peralta” y su mujer “Gabriela Calvo”, vivieran su vida tal y como siempre la habían deseado. Tan solo con un gasto final inferior a la modesta cantidad de 28,300.00 euros la casa de ensueño de la pareja ya es una realidad.

Con 16 pequeños pilares de hormigón y el transporte de dos contenedores a los que nadie prestaba la menor atención, comienza la realización de un sueño que muy brevemente será una realidad.

Nada más con ver estos contenedores que parecen una gran masa de metal sin uso descuidada y sucia, nadie puede imaginarse el resultado final del espectacular proyecto.

La transformación que realiza el arquitecto es lo más parecido a una metamorfosis. Como cuando un gusano se convirtiera en una hermosa mariposa, el metal frio se transforma en una bella residencia reciclada.

La pareja, propietarios de caballos siempre habían querido vivir fuera de la capital de la ciudad de San José en Costa Rica. Su deseo de vivir en contacto con la naturaleza y cerca de sus animales fue lo que les hizo recurrir al arquitecto. Quien les iba a decir que dos contenedores descuidados iban a ser su futura casa a 20 minutos de la ciudad.

El reciclaje ha sido un factor muy importante en el proyecto. Con el uso de piezas sobrantes de metal el diseño proporciona una visión abierta del tejado de la residencia, posicionando múltiples ventanales y un tejado más elevado que une ambos contenedores.

Esta unión da cabida a una zona de paso con salida al exterior en ambos extremos. De este modo se logra una óptima ventilación que hará posible que el aire acondicionado ya no sea necesario.

A pesar del intenso clima tropical de Costa Rica la residencia es una alternativa pasiva que se adapta perfectamente a las condiciones climáticas de la zona.

Con este proyecto el arquitecto, redefine el concepto de vivienda reciclada. La vivienda cumple en su totalidad con todas las expectativas requeridas del siglo XXI  además de poseer un diseño llamativamente atractivo.

No te da que pensar en los cientos de miles de contenedores de almacenaje y transporte son olvidados y descuidados mensualmente en los países desarrollados… mientras la necesidad de viviendas como esta esta tan presente.

Nada más ni nada menos que 100 m2 de diseño minimalista caracterizan esta residencia completamente reciclada. La colocación de dos entradas y amplios ventanales la caracterizan con un aire limpio y sofisticado.

Cinco son los escalones que separan a la vivienda reciclada del terreno donde está ubicada, cinco pasos para descubrir una vivienda que si te ha sorprendido su exterior, estamos seguros que aún mas sorprendido vas a quedar al descubrir sus interiores.

Dormitorio doble y habitación de invitados junto con un plan abierto compuesto por salón comedor y cocina. Además de su baño completo,  dos habitaciones de almacenaje han sido creadas. Una completa vivienda reciclada que aguarda muy modestamente con todas las comodidades necesarias.

Lamentablemente solo nos permiten descubrir parte del salón y reservan el resto de la residencia íntimamente. Pero solo con observa la tarima de madera, la colocación de la iluminación y la estética de su mobiliario podemos hacernos la idea del que el resto de la vivienda no nos defraudaría.

Si tenemos en cuenta la calidad de su diseño y su localización privilegiada donde se ubica, la vivienda a comparación de su precio, ha resultado ser una autentica ganga.

Sin vecinos, polución, ni ruido y en contacto con la más pura naturaleza, sus propietarios pueden disfrutar de una vida en contacto con la naturaleza mientras las comodidades de la ciudad están a tan solo un paso.

Ahora gracias a una reinvención, estos dos contenedores obsequian a diario a sus propietarios desde el amanecer, al atardecer con sus fantásticas vista naturales. La vida con la que siempre han soñado con todas sus comodidades.

Por lo que me recuerda que yo tengo un terreno dónde se podría…

Vía: hogarisimo